Busco un sueño donde robarme los ojos y perderlos, y transformarlos y que el tiempo se diluya en mi venas hoy, ahora, en este momento, necesito perderlo todo de nuevo, pero todo, absolutamente todo, porque así ya no sentiría esta nostalgia sin patria, no sentiría esta emoción a destiempo, anacrónica, cuando ya no corresponde el dolor donde incluso se vivió todo todo el dolor.

                                          

Hoy la poesía sabe que tengo la sangre más viva que el fuego. 

Sentada en una escalera
-Sí- trato de dibujar la escena
de una muerta en mis ojos.

Sus piernas se ven temblar
Como quien mece en su vientre el universo
Y sabe
- sin apego-
  que el fuego abortará
el recorrido dulce de sus piernas.

-Empezó a llover-

Y la escena sigue siendo
Un desgarro de Dalí
Mirado desde Alma
(sí el observatorio)

Y el cigarro cae.
Mientras
Un tango
Y las Cuatro Estaciones de Vivaldi
Están
Suicidándose al medio de su adagio
Mientras
la escena tiene la sangre
De los sin nombre
a los que el pueblo y la memoria
les deben la vida.

Fran Joan Violette

Con la garganta azul de olvido y gritos blancos que se derriten en el corazón. 
Afuera hay cenizas y el incendio es aquí.